Exitazo del Vinete

Mundo GayEsta Gente de Cucharete sabe montar las cosas; el Vinete de Cucharete, o como hacer una novedosa presentación en sociedad del Ribera de Duero Mundo Gay, llenó a reventar el Restaurante Jhambala. Llegar, entrar, y la mesas repletas de este arriesgado proyecto afincado en Aranda de Duero. No faltó vino, sobró comida, ambientazo, la gente animada, con la sensación de empezar con el Vinete la noche del viernes, sorteos, premios para todos (o casi todos), y buena repercusión mediática. ¿Qué más se puede pedir?

Dos cosas me gustaría destacar del Vinete de Cucharete de ayer (seguro que luego me enrollo y son más de dos cositas las que suelto, pero me sabréis disculpar):

El mundo de los blog gastronómicos, o de los blog en general, es un mundillo donde la gente se conoce y se reúne. Yo, que provengo del mundo del vino, del enoturismo y de los portales web, y soy un neófito en la blogosfera, reconozco que lo que más me llama la atención de ella es precisamente ese encanto del nombre sin cara, de la opinión acertada y anónima. Pero en algún encuentro que he ido, en plan incógnito, he visto que los más veteranos hacen sus corrillos, montan sus particulares tertulias. Son gestos de camadería, de haber roto ese anonimato llamados por unos fines comunes, y eso lo descubrí también ayer. No era un encuentro de gente anónima, sino más bien de diversos grupos de amistades con unas inquietudes semejantes.

vinete

¡¡Como le gusta a la gente el vino, cuando es bueno!!! Tenía mis dudas, y sigo teniendo mis reservas, de cómo será acogido este arriesgado bautizo, Mundo Gay. Y lo digo, sobre todo, por el efecto que pueda tener en un mundo bastante tradicional como es él del vino. Cada uno está en su derecho de poner a su producto el nombre que quiera; de eso no cabe la menor duda. Y como estrategia comercial, es un acierto increíble. Puestos a llamar la atención, esta gente de Aranda de Duero lo ha conseguido. Haces un guiño a una comunidad, que todo sea dicho de paso, se ha sentido muy satisfecha con semejante gesto. Los medios, siempre ávidos de cosas que contar, de novedades de las que informar, se hacen eco del lanzamiento de un vino con un nombre tan concreto. Y a todo esto hay que sumar, y aplaudir, la campaña de diseño, jugando con una botella que rompe los tipicismos de las botella de vino tinto, presentando Mundo Gay en una botella negra, más estilizada, y con una etiqueta donde se juega con los vivos colores que reivindica este colectivo, y sin aparecer el nombre en ningún lado de la botella.

Pero una buena campaña de marketing, tiene que presentar un buen producto, porque sino se cae rápidamente el tenderete. Mundo Gay es un gran vino; muy actual, en la línea de lo que busca en estos tiempos el amante del vino. Tenemos un Ribera muy frutal, con unos aromas de frutos rojos muy remarcados, complementados con fragancias de vainilla y toffee, creando una combinación perfecta. Y en boca, este vino llama la atención; Mundo Gay es un vino redondo, estructurado, con un paso en boca aterciopelado, suave y pleno a la vez, sin aristas pero lleno de matices, y con unos taninos tan equilibrados que apenas son perceptibles. Un vino que deja una sensación tan agradable que invita a seguir disfrutándolo.

Para ir cerrando: una gran fiesta, un gran ambiente, un sobresaliente para Cucharete y su saber hacer preparando este tipo de espectáculos y también un sobresaliente para la gente de Jhambala (en breve iré por allí a cenar porque el sitio me pareció muy acogedor), siempre atentos para que a la gente no le faltara de nada. El vino muy notable, muy recomendable; y para que la noche, la velada fuera perfecta, en el sorteo final, fui agraciado con una botella de «Iluminaty», un vino muy especial, que guardo para una ocasión muy especial; todo un talismán para Turivino, y para Viajeros del Vino que mantendremos con nosotros hasta que llegue ese momento ideal que tenga que ser consumido.

Orly