Clos Dominic Vinyes Altes 2006

Clos Dominic Vinyes Altes 2006Llevar un vino como Clos Dominic Vinyes Altes 2006 a mi grupo de cata es todo un placer; nos reunimos todos los jueves, desde hace 5 años. El grupo, al que tengo el honor de pertenecer, Asociación de Cata Baco Vive, es, sin duda alguna, de los más longevos y más dinámicos de Madrid.
Pero no nos desviemos, porque estoy hablando del vino que tuve la suerte de aportar a la cata de Prioratos. Claro, por llevar, pude llevar cien  mil, o algunos menos; pero mi idea era aportar algo especial, un vino hecho con mimo, con pasión,  con un cariño extremos hacia el fruto y hacia la viña (y no quiero decir con esto que los demás no estén elaborados bajo las mismas premisas).  Pero la manera de sentir la viticultura, la enología, en Clos Dominic, es especial, y se trasmite en el vino, un vino que apasiona desde la entrada, desde sus primeras sensaciones aromáticas, desde que puedes apreciar y disfrutar la intensidad de su color. Ver como cuidan la Tena, una de sus viñas, como miman las garnachas viejas, los frutos de la cariñena, como se entregan en la vendimia, como sufren con cada variación climatológica, es ver una familia que siente el vino, que lo percibe dentro de las venas, bombeando en el corazón (sólo hay que hojear su blog, puro sentimiento,  http://www.debrujasyvino.blogspot.com/)

El vino te atrapa en boca, te hace estremecer con aromas; estupendo, fue la palabra más escuchada en la reunión de Baco Vive. Un vino que lleva marcado el terruño donde ha visto crecer su fruto; un vino con un expresión mineral impresionante, que se expresa en la nariz y que deja su paso en la boca, una boca redonda, estructurada, compleja y de permanentes sensaciones. Un vino que ganará mucho en botella («en unos meses puede estar de muerte») y que no por ello, deja de estar portentoso ahora mismo, con esa fruta tan presente y tan atractiva.

Caja de madera donde se trasladan las botellas de Clos DOminicLas notas de cata del vino, las expresa nuestro querido Carlos E. López, miembro fundador de la Asociación de Cata Baco Vive e incansable colaborador de Viajeros del Vino:
«Vista: Rojo picota de ribete granate, algo velado, de capa alta y lágrima densa y tintada.
Nariz: De media intensidad y, al principio, bastante tímido, con predominio de notas minerales, fruta negra, torrefactos y pimienta negra. Cuando se airea en la copa su evolución es extraordinaria, apareciendo notas de chocolate negro, guindas en licor y torrefactos, integrando un conjunto aromático de clase y muy sugestivo.
Boca: Tiene buena entrada, muy tostado, untuoso, carnoso, cálido, sabroso, estructurado, con madurez, taninos bastante fundidos y bien integrados, acidez que contrarresta perfectamente su grado alcohólico, aportándole una necesaria sensación de frescura y lo equilibra. Su final es largo, frutal y maduro.
Un vino que me ha gustado y que me parece una estupenda elaboración de la Cariñena».

En definitiva un vino esplendoroso, que como antes apuntaba, ganará en su estancia en botella. Un vino (ronda los 40 €) que lleva marcado su precio en lo costoso de su elaboración. Pero un precio que, sin duda alguna, sabremos valorar cuando lo disfrutemos en una ocasión especial… porque es un vino especial.