Bodegas Pinord - Enoturismo

Gran bodega con más de ciento cincuenta años de tradición

Descripción

Bodegas Pinord cuenta con más de ciento cincuenta años de tradición vinícola, cuando la familia Tetas comenzó a elaborar vinos blancos y tintos siguiendo ya entonces los más tradicionales métodos de artesanía propios de la zona.
Generación tras generación, y año tras año, las viñas de la familia han ido creciendo, las variedades autóctonas se han hermanado con nuevas variedades, y el nombre de la familia se ha ligado al del vino del Penedés de una manera inseparable.

Bodegas Pinord cuenta con instalaciones capaces de elaborar más de cinco millones de botellas al año, pero conservando siempre el sello de producción familiar. Nuestro grupo de enólogos y un laboratorio de análisis y de control de calidad dotado de los medios más modernos, hacen compatible hoy, la ancestral tradición familiar con los más exigentes controles de calidad, de elaboración y de salubridad, dejando patente que los métodos artesanales no están reñidos con los más rigurosos baremos de control.
Actualmente tres generaciones trabajamos conjuntamente, contando con el inestimable apoyo de grandes profesionales que contribuyen en la elaboración y crianza de los vinos y cavas. En Vilafranca del Pendés están situadas las bodegas, donde se realiza la elaboración, la crianza y el embotellado de nuestros productos. En los alrededores de dicha localidad se encuentran los viñedos de nuestros antepasados, a los que hemos ido incorporando otros con el transcurso del tiempo.

La denominación D.O Penedés está situada entre Barcelona y Tarragona, en un ancho de 80 km aproximadamente, limitado por el norte con las Montañas de Montserrat, y al sur por las costas de Sitges y Tarragona. La composición del suelo es variada desde zonas arcillo-calcáreas hasta suelos areniscos con distintas profundidades donde enraizar las vides. El clima es moderado en invierno y caluroso en verano, sin llegar a ser extremo. La excasa pluviometría de la zona, se ve compensada por la orientación sureña de la mayoría de los viñedos, lo que permite aprovechar los rocíos veraniegos, permitiendo así que las uvas completen perfectamente su ciclo de maduración, sin necesidad de riego artificial.

La calidad de estas tierras para el cultivo quedó demostrada desde antiguo, ya que desde algunos siglos antes de Cristo existen signos de cultivo de la vid en estas zonas. En la época romana el cultivo de los viñedos era un símbolo de riqueza, por este motivo la explotación de los mismos era un privilegio exclusivo de los romanos.