Zamora

La primera vez que me llevaron a Zamora, la cual para mí era una ciudad completamente desconocida, excepto por su Semana Santa, me llevé una de las mejores sorpresas. Es una ciudad pequeña, con mucho encanto, historia y cultura. Caminar por sus calles es un auténtico placer, y si a esto le unimos que cada bar, taberna o restaurante de la ciudad entiende de vinos, tiene su propia vinoteca….en fin, para que os voy a decir más.

Recomiendo pasar un fin de semana en Zamora y comer de tapas, puesto que cada bar tiene su especialidad en tapa y además su recomendación de vinos de tinta de toro, a  cada cual mejor. Yo ahora soy una gran enamorada de Zamora y al menos voy 4 veces al año. Cada vez que voy aprovecho para comprar nuevos caldos, probar nuevos vinos y disfrutar de la maravillosa gente de Zamora.

Como recomendaciones de vino de toro… pues en fin, os recomiendo Hierro, Gran Colegiata, Finca Sobreño Crianza… todos son exquisitos, uno de mis favoritos es Corral de Campanas, aunque siempre me cuesta mucho encontrarlo.

En cuanto a los bares… todos son buenos, el abuelo, el de los callos, el lobo, el de enfrente del lobo, el morillo, el de las anchoas… no sabría por cual decantarme.