Estamos en Santiago de Compostela; hemos aterrizado esta mañana tempranito, para dar una vuelta por el Forum Gastronómico, a ver que se cuece, y asistir al encuentro de bloggers enogastronómicos que se celebra hoy lunes. Nosotros que somos del mundo vinícola, pero que amamos la gastronomía, hemos estado escuchando las palabras magistrales de Carme Ruscalleda, en la sesión inaugural, y nos hemos dado una vuelta par ver el universo comercial que se mueve en una Feria de este calibre (aparatos para cocinas profesionales, platos, vasos, tazas, etc, impresionantes, cuchillos que quitan el hipo, alguna que otra bodega donde probar un buen albariño, centros de formación hostelera, etc, etc) Ante tanta demostración, congreso y ajetreo comercial, y mientras llega el momento de celebrar el encuentro de blooggers (que es el motivo de nuestro viaje hasta la querida Compostela), me he introducido en una charla sobre la cata de los aceites.
Reconozco que el tema me apasiona y que siempre me ha llamado la atención; como amante y catador, esto último muy inexperto, del vino, me enloquece todo lo que tenga que ver con el desarrollo de los sentidos, y vivir emociones a través de experiencias sensoriales. Quiero decir, que poder disfrutar de un elemento, en este caso el aceite, saber de él, a través del aroma, del gusto, me apasiona. Así que he asistido a una pequeña introducción al mundo de la cata de Aceite de Oliva, impartida por Fermín Rodríguez, de Aceites Vizcántar. de la localidad de Priego de Córdoba.
Recomiendo la experiencia a todo el amante de las emociones sensoriales, en general, y del vino , en particular. Como ocurre con el vino, descubrir los aromas y las características gustativas del aceite, poderlas distinguir, le añade riqueza a este líquido dorado. Es empezar a amarlo y reconocerlo en su justa medida; sobre todo si te ponen delante un buen Aceite Virgen Extra, y luego un mal aceite (para comparar y distinguir). Saber como se elabora, las características y la catalogación de los aceites, en definitiva, descubrir el aceite, desde su raíz, desde el olivo, le da prestancia y valor a su consumo. Es una sensación parecida a cuando descubres los primeros aromas en un buen vino, cuando empiezas a profundizar en sus aromas, en sus sabores. Podría soltar aquí un rollo con los apuntes recogidos durantes la hora de inmersión en el mundo del Aceite de Oliva, pero mi intención cuando he empezado a pulsar las teclas era, y es, despertar en quien está al otro lado de la pantalla, esa sensación, ese cosquilleo de descubrir algo nuevo, al saborear el Aceite. Así que la parte técnica la dejaremos para los entendidos. Yo me quedo con el lado pasional de esta nueva experiencia. Por no hablaros de todo un mundo alrededor del aceite, que nos lleva desde diversas variedades gastronómicas (mermeladas, patés, etc, etc) hasta el mundo de la belleza y los cosméticos. Un buen sabor de boca mientras llega el encuentro de bloggers.
Orlando
Hola Orlando,aquí Estrella desde Sepúlveda.
El año pasado hice un curso de cata de aceite de oliva en Madrid y me lo pasé bien a la vez que aprendí.Lo gracioso fue que el profesor a lo que llamaba él defectos a mí en algunos aceites me gustaron.Fue una experiencia interesante.
Hay mucha más relación entre el mundo del olivo y el mundo del vino del que mucha gente secree; y me alegra que se abra aquí este pequeño espacio al mundo del aceite de oliva, es un unverso que se debería explorar más, para conocerlo mejor. Somos un país de influencia totalmente mediterranea, sobre todo nuestra base de producción agrícola, por mucho que tengamos grandes huerots y ricos regadios.Pero no olvidemos que olivo y vid son nuestras señas de identidad. Y van unidas. Degustar y saber catr un buen aceite de oliva es un gusto, y una sensación placetnera, porque descubres un nuevo mundo aromático y organoléptico. Profundicemmos en este sentido. Es un mundo que me apasiona, igual que me apasiona el vino. Y como ocio no tiene precio. ¡¡El alma encuentra la calma anhelada paseando por un campo de olivos!!
Juanjo