El magnetismo del Priorat.

Viajeros del Vino ha recorrido el Priorat, y ha vuelto magnetizado. Realmente es una tierra maravillosa, única y espectacular. Entrar entre sus laderas, siempre dominadas y contempladas por la sierra del Montsant es adentrarse en un mundo ideal de pizarras y viñas. Los más viejos del lugar aún recuerdan, y cuentan, cuando toda la uva, todas las viñas estaban casi abandonadas. Hoy son una parte esencial del desarrollo de esta zona de Tarragona, y un tesoro a conservar.

Como el Consejo Regulador de esta Denominación de Origen Calificada, nos establecimos en Torroja del Priorat, en el Hotel Abadía del Priorat. Un sitio tranquilo, donde el silencio de sus estancias se entremezcla con la solemnidad de sus piedras. Un lugar encantador y sugestivo, donde nada más entrar se crea una aureola de complicidad entre los responsables y los viajeros, que hace sentir a estos en su propia casa.

Torroja, Porrera, Gratallops, La Vilella Baixa… pueblos de arquitectura peculiar, característica de la zona, casas con fachadas de caídas increíbles, espigadas sobre las colinas de las montañas, montañas que parecen buscarse unas a otras mientras se dejan poblar de viñas imposibles.

Localidades seductoras y vino que embelesa. Peculiar, con ese aroma y ese regusto a llicorella (pizarra), ese toque mineral que se infiltra entre la fruta madura, entre esos frutos negros intensos que marcan la garnacha y la cariñena (uva de nombre prohibido en la etiqueta por existir una denominación de origen llamada así), un vino poderoso y seductor.

Orlando