Tavs 2009

Uva: 80% Monastrell 20% Syrah
Bodega: Bodegas Hacienda del Carche.
DO Jumilla
Crianza: Tinto joven
Precio: 4,40 €

 ELECCIÓN DE: Antonio Rubio, enólogo.

 Es muy interesante estudiar el crecimiento de popularidad que ha sufrido la DO Jumilla fuera de nuestras fronteras, cuando en España muchos de nosotros desconocemos hasta donde ubicarla en el mapa.
Y es que Jumilla siempre ha sido una zona dedicada a la elaboración de graneles para vender a buenos precios o incluso mover a otras zonas de España. Sin embargo, gracias a  que un día, el considerado por el Mundo enológico como el gran gurú del vino,  Robert Parker, marcó esta denominación de origen de Murcia como una de las zonas vitivinícolas con más futuro de nuestro país junto a Priorat y Toro, la visión que de sus vinos se tiene hoy en día es muy diferente de su historia reciente. Motivo de artículo sería valorar la influencia de este crítico norteamericano en la suerte de un vino pero quizás no sea lo más adecuado para esta sección.

El primer vino de la región en destacar a nivel internacional fue Clío de Bodegas Juan Gil. Al amparo de sus éxitos surgieron nombres como Casa de la Ermita (quizás el más conocido por el público generalista), Luzón, Quorum o la bodega que nos ocupa, Hacienda del Carche.
Esta bodega es fruto del esfuerzo de varios socios arraigados al mundo del vino desde hace muchos años. Juntos proyectaron una moderna bodega, ubicada dentro del valle del Carche, de bonitas líneas y muy fastuosa.
Allí, dotados de la más moderna tecnología, elaboran una línea de vinos de altísima relación calidad-precio.

TAVS 2009 es un ejemplo de cómo debe expresarse un vino joven hoy en día: concentración de color, fruta y estructura conseguido a partir de las variedades Monastrell (autóctona de la zona) y syrah (la mejor uva francesa adaptada al clima murciano). Intenso color picota oscura, de buena capa, con una intensidad aromática muy marcada que recuerda al momento de accionar el botón ON de una turmix repleta de frutas negras en perfecto grado de maduración. En boca es muy goloso con una tanino maduro indicador de una correcta maduración polifenólica. Es pleno y estructurado a pesar de su juventud. Impresionante precio para redondear. Un ejemplo de buena y sincera elaboración.
Para mí, merecedor de 8.5 puntos

Un gran resultado para un proyecto que merece la pena conocer en persona, acercándose a disfrutar un fin de semana de las oportunidades vinícolas que nos da la zona de Jumilla.

OPINIÓN Y CATA DE: Carlos E. López, Catador y Socio Fundador de la Asociación Grupo de Cata BACO VIVE.

Nuevamente viene a la mesa de selección de “3 copa un vino” uno de la D.O. Jumilla. En este caso nuestro compañero de aventura enológica, Antonio Rubio, ha sabido seleccionar un vino que de cara al verano es un enorme acierto.
Que en Jumilla se están haciendo vinos estupendos ya no es ningún secreto, ni ninguna sorpresa para nadie. El pasado 25 de Mayo se celebró en Madrid el Salón de los vinos de Jumilla y allí pudimos constatar la gran cantidad de vinos que además de una extraordinaria calidad tienen un precio muy competitivo. En este Salón estaba Hacienda del Carche, la bodega que elabora Tavs y puedo asegurar que en el apartado de vinos jóvenes éste fue uno de los más sobresalientes.
Y lo es porque es un vino muy bien elaborado, con una combinación de variedades, en mi opinión, acertadísima: Monastrell y Syrah, dos de las variedades que mejor se adaptan a la zona, y que juntas son un prodigio de golosidad y sabor.

Bueno, vamos a la cata de este vino, cata que realizamos a 16º.
Vista: Brillante rojo picota de ribete granate, casi cardenalíceo, limpio, de capa más bien alta, muy glicérico y con bastante arrastre de color en su lágrima. Un vino de apariencia muy joven.
Nariz: Tiene una notable intensidad; su aroma se percibe incluso antes de que la copa nos llegue a la nariz, y lo que nos llega son sensaciones muy golosas, como de cóctel de frutas maduras rojas y negras (frambuesas, moras, ciruelas pasas), una compota dulce que en momentos nos recuerda las golosinas infantiles y con toques de flores malvas. Fruta y más fruta.
Boca: No defrauda después de tanta promesa olfativa; su entrada es potente, frutal, golosa, cálida. Es un vino de buena estructura, cuerpo medio, amplio, sabroso, sin gran complejidad porque lo que llega es fruta sin más pretensiones. Está bien equilibrado gracias a una más que correcta acidez y a unos taninos que aunque presentes y vivos resultan agradables y que junto con un discreto amargor refuerzan el carácter de juventud del vino. Su final es de persistencia media.

Como conclusión podemos afirmar que es un vino joven pero bien dotado, con carácter, viveza y golosidad; cargado de fruta, sensación que te acompaña desde el primer efluvio olfativo que percibimos hasta el final de su ingesta. 
Un vino muy recomendable sobre todo de cara a la temporada estival que se nos avecina y que, con las pretensiones justas de ser lo que es, un buen vino joven, es de esos que gusta y  resulta muy polivalente a la hora de servirlo y beberlo.
Nuestra puntuación: 8,0

OPINIÓN Y CATA DE: Ángel Layos, sumiller del Restaurante La Factoría, situado en Majadahonda (Madrid).

A finales de mayo se celebró el salón de vinos de Jumilla, en Madrid; por norma general y salvo despiste, no me suelo perder ningún salón de vinos, y como todos los años allí estaba de cuerpo presente. Este año fui con una invitada muy especial, se llama Sini, es finlandesa y regenta una bodega en Chianti; os cuento esto por que ella era desconocedora de la Monastrell, y su criterio fue muy objetivo ya que no sabe que los borrachines de las tiras de Forges llamaban traidores a los vinos de Jumilla. Como es lógico, muchos fueron los vinos que catamos en dicha muestra y el resultado global fue bastante grato. Yo quedé maravillado con algunos vinos y apenado por la falta de maduración del Cabernet en otros; pero a lo que quería llegar es a que ella no daba crédito cuando probaba algún vino y le decían el precio.
Por eso hoy nos toca catar Tavs de Bodegas Hacienda del Carche, famosa zona del viñedo jumillano.

En cuanto a la botella de este vino, la presentación es excelente; botella troncocónica, lleva una etiqueta de papel estriado con el nombre del vino, dibujo, y añada, y en la contra nos indica que las uvas fermentan en frío, mostrando también la información en ingles. En la cápsula nos explica lo que significa la palabra Tavs y al descorchar, encontrados un corcho sintético acorde con el color del vino.
El color de dicho vino es morado de exuberante intensidad que evoca su juventud.
En nariz, tenemos una explosión de frutas rojas golosas, fresas, cerezas y moras. Si dejamos la copa parada unos minutos aflorará un recuerdo infantil de los palotes de chuchería; por el contrario si agitamos el vino, obtendremos unas notas primaverales de flores.
La boca es potente, la fruta roja predomina sobre el resto de matices; tenemos un alcohol marcado que lo hace muy voluminoso, llena la boca, pero gracias a su acidez muy bien integrada hace que vuelvan esas frutas más maduras que golosas.
Para mi este es otro gran descubrimiento y podemos hablar de otro gran vino a precio de regalo.
Mi puntuación 8.0

Para maridar este vino buscaremos un plato jumillano sin volver a sus gazpachos; así que propongo arroz con collejas.