Ijalba Maturana Blanca 2009

Uva: 100% Maturana Blanca.
Bodega: Bodega Viña Ijalba. DOC Rioja
Crianza: Blanco joven.
Precio: 8,50 €

 ELECCIÓN DE: Orlando Lumbreras, Responsable de Contenidos de Viajeros del Vino.

Conocí este vino en Pamplona, en el desarrollo de la Primera Feria Internacional del vino ecológico, celebrada el pasado mes de mayo en el Baluarte; catando los vinos de Viña Ijalba, en un momento dado Francisco Balda, su director comercial, me dijo: “¿Orlando, quieres conocer algo diferente, único? Una pregunta así a un espíritu inquieto, siempre dispuesto a aprender, como el mío, sólo tiene una respuesta. Y me presentó una variedad de uva que nunca había escuchado: “Maturana Blanca”; y el único vino que se elabora con dicha variedad.
Mis tres queridos amigos nos describirán, en este juego que un día decidimos llamar “3 Copas 1 Vino”, las características organolépticas de este vino, pero antes presentaremos a esta uva de baya menuda, de racimo pequeño.

La Maturana blanca es una especie que estaba prácticamente desaparecida y que Viña Ijalba ha recuperado; un varietal riojano, que tiene el honor de ser la primera variedad que se cita documentalmente en Rioja, allá por el año 1622, haciendo referencia a ella como la uva “Rivadavia” (“Practicada la cala en Nájera, se detectaron 60.256 cántaras de vino, de las cuales 9340 eran de vino blanco, 760 de Rivadavia, y el resto de tinto”).
El viñedo que hoy aporta la uva para este vino fue plantado en 1995, tras años de trabajo de investigación buscando variedades minoritarias en todo el campo riojano, y de análisis para conocer las características de cada una de estas variedades. Hay que tener en cuenta que a principios de los noventa no quedaban más de 200 cepas de Maturana blanca, por lo que hay que agradecer la labor de recuperación que ha llevado a cabo Viña Ijalba. Un viñedo, él de Maturana blanca, de 2 hectáreas de extensión y agricultura ecológica, un viñedo que no conoce producto sintético alguno.

OPINIÓN Y CATA DE: Angel Layos, sumiller del Restaurante La Factoría de Majadahonda (Madrid)     

Esta ha sido una de las catas mas entretenidas de Viajeros del Vino, ya que en esta ocasión nos reunimos a comer en un restaurante para hacer la cata a ciegas del vino en cuestión. Teníamos cierta información del vino ya que sabíamos que era blanco, y efectivamente al servirlo en la copa lo verificamos; con pocas pistas más empezamos a intentar indagar de que se podía tratar, haciendo cábalas y moviendo el vino de un lugar a otro con la mente para hacer la gran apuesta, y la gran metida de pata, por supuesto.

Color era ligeramente dorado lo cual alguna duda hubo sobre si el vino era del año o tenía 2 años.
En lo que a la nariz se refiere, era de tipo medio, no muy expresiva, lo cual a mi me llevó a pensar que podía llevar algo de xarel-lo, pero el cabo del tiempo aprecié algún tipo de nota tropical y me llevo a pensar que llevaría algo de chardonnay; así que por el momento lo ubicaba por el levante catalán.
Lo que pasa es que a la hora de probarlo, la boca distaba mucho de la nariz; era un vino más pleno, con toques de manzana verde, y muy buena acidez, con un detalle de astringencia, con lo cual ya nada cuadraba, ya que parecía que llevaba algo de  Macabeo.
Así que apunte hacia Cataluña sabiendo que gestaba una metida de pata, y así fue. Lo que teníamos ante nosotros era un capricho más de la bodega Riojana de Ijalba; esta vez su monovarietal de maturana blanca. Yo conocía la bodega y el monovarietal tinto de la variedad, pero desconocía por completo el blanco.

Pues he de reconocer que la sorpresa fue muy grande, vino ecológico de la Rioja de variedad blanca… solo Ijalba es capaz de conseguir producir estos vinos para nuestro deleite.
A maridar con pollo de corral asado con sus patatas panaderas y cebolla.
Mi puntuación 8.0.

OPINIÓN Y CATA DE: Carlos E. López.
Catador y Socio Fundador de la Asociación “Grupo de Cata BACO VIVE”.

Nuestro compañero de aventura enológica Orlando ha seleccionado un vino blanco que merece toda nuestra atención porque lo primero que se puede decir de él es que es un vino singular y posiblemente único.
Está elaborado como varietal con una variedad, la Maturana Blanca, que a pesar de ser la primera variedad de la que se tiene referencia escrita en Rioja, allá por el año 1622, es actualmente minoritaria y casi desconocida y, además, se cultiva siguiendo técnicas de agricultura ecológica, lo que le hace aún más especial.

La bodega Viña Ijalba, ubicada en Rioja, en Logroño, no es una bodega corriente. Parte de sus viñas están plantadas en suelos pobres recuperados de zonas degradadas por su explotación para la extracción de gravas y aglomerados; proyecto que fue galardonada con un importante premio Europeo.
Por otra parte, ha querido especializarse en la producción de vinos elaborados únicamente con variedades tradicionales en la Rioja, favoreciendo la recuperación, investigación y el desarrollo de uvas autóctonas minoritarias, como el Graciano, la Maturana tinta y la Maturana blanca, uva ésta que se cultiva en una finca de dos hectáreas en el término de Villamediana y que se plantó en el año 1995.

De la Maturana blanca sabemos que es una uva temprana, de buena calidad, con rendimiento no muy grandes y una elevada acidez y potencial alcohólico.
El vino ha sido cuidado desde la vendimia de sus uvas y de su elaboración destacamos que una vez  prensada suavemente las uvas y el mosto desfangado en frío, se procede a un fermentando posterior con levaduras autóctonas; aunque añadas anteriores hacían dicha  en barricas de roble francés, donde permanece en contacto con sus lías, esta 2009 decidieron hacerla en depósitos de acero inoxidable, para poder mostrar todo el potencial de la variedad, sin aportes añadidos por la barrica.
La botella elegida para su embotellado tiene un diseño especial y vanguardista que le protege de la luz, el aire y los cambios de temperatura.

Y dicho todo esto, vamos a la cata de este singular vino; cata que realizamos a 10 grados de temperatura.
Vista: Amarillo dorado, brillante, de densa lágrima.
Nariz: De media intensidad, aromático a pesar de la temperatura de cata, franco, no muy expresivo, predominando notas de fruta tipo manzana verde; con apuntes vegetales, de levaduras y un interesante toque anisado.
Boca: De buena entrada, tiene un paso de boca sencillo, destacando su untuosidad y buena estructura; es ligeramente sabroso,  con buena carga frutal, correcta acidez y una amargosidad que le da carácter al final de boca.

En conclusión, un vino interesante que nos permite conocer una variedad de uva absolutamente minoritaria y que, aunque sólo sea por esa razón, ya es suficientemente importante.
Nuestra valoración: 7,9

OPINIÓN Y CATA DE: Antonio Rubio, enólogo

Me encantan los juegos y es de agradecer que el mundo del vino sea muy dado a ellos. En este caso era una especie de desafío de nuestro amigo Orlando a los tres «supuestos» catadores y la cosa no defraudó. Yo llegué tarde, para variar, así que los enganché en el segundo plato; pero ahí me tenían  aquella copa preparada con un vino blanco desconocido. Y claro, la presión pudo conmigo, ya que los tres dejaron de comer para escuchar mis impresiones sabiendo ya ellos lo que se ocultaba dentro de aquella botella.

Lo primero que encontré fue un vino de intensidad media con reflejos dorados que me llevó a pensar que podría estar envejecido. En nariz no era muy intenso y se mezclaban aromas frutales de manzana con alguna nota cítrica. Sin embargo la boca me llamó mucho la atención ya que siendo seco, de entrada agradable y con buena acidez, tenía una textura algo rústica que aportaba volumen en la parte inferior de la boca. Algo graso y de amargor muy agradable, su intensidad y duración no era muy alta.
Lo primero que pensé era que se trataba de una chardonnay ensamblada con otra uva y de la zona norte de Navarra. Claro, como en todos los juegos (y este es muy complicado y más si va dirigido por un amiguete con ganas de sorprendernos), hay un alto porcentaje de error; vamos, que no di ni una. La excusa, bueno, era una maturana blanca, que nunca antes había probado y que por tanto no tenía en mis registros.
Gracias por el rato y el aprendizaje!!!
Por cierto, el vino lo puntuaría con 79 puntos aunque puede que por mi desconocimiento de la uva no esté siendo demasiado justo. Buen verano y tirad de los blancos!!!